Mercado negro de animales

Casi 700 especies alrededor del mundo están casi en peligro inmediato de extinción. El trafico ilegal de animales supera los 4.000 millones de dolares al año, y solo el contrabando de armas y el narcotráfico, generan cantidades superiores.

La tendencia actual y creciente de adquirir animales exóticos o silvestres como “mascotas” alimenta el tráfico de especies provocando no sólo un intenso sufrimiento a estos individuos, que son obligados a vivir en cautiverio en unas condiciones a las que no solo no están adaptados, sino dónde también el desequilibrio y la decadencia de los ecosistemas hacen que merme su biodiversidad.

Los animales domésticos se denominan así  porque han sido predispuestos genéticamente a lo largo de toda una evolución para que compartan una vida al lado de un ser humano. Por lo que no es moral arrancar a un ser vivo de aquel estilo de vida al que está predispuesto a tener, para así presumir de mascota, utilizar sus huesos para la brujería o vestir abrigos de miles de dólares.
Además mucha gente al ver que sus mascotas crecen más de lo esperado, decide abandonarlas en condiciones no favorables para su supervivencia, arriesgando la vida  de los animales y el ecosistema en el que se encuentran (entendiendose como parte del ecosistema a otras especies, tanto animales como vegetales, y seres humanos).

 Una vez que estos animales se encuentran en los mercados, viven en un estado deplorable y condiciones fatales mientras esperan a un comprador.

Varios perros encerrados en una minúscula caja.

Estos mercados suelen encontrarse en países menos desarrollados, tales como muchos en Asia y América del Sur. Allí la consideración que se les tiene a los animales no es tan moral como en los países occidentales. Estos no reparan en garantizar un mínimo de calidad en el estado de los animales. Los exponen a muertes seguras y solo les interesa vender el producto.

Cacatuas en botellas de  PVC. 

Poco a poco, la gente, los gobiernos y las asociaciones internacionales están más concienciadas de la cruel realidad del mercado negro de animales. Esperamos que en un futuro no muy lejano se consiga la abolición de este y, paulatinamente, hacer que la existencia de estas cientos de especies perdure.